martes, 19 de octubre de 2010

“5 - Adiós por Amor”

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Si bien la vida se trata de crecer y superarse constantemente, muchas veces nos quedamos hundidos en el pasado por no saber decir adiós.
Crecemos respirando el adiós. Comenzamos y concluimos etapas con este.

Un adiós siempre representa desprenderse de algo o alguien, representan una perdida o un hallazgo.
En otros casos, representan voluntades, despedirse por alguna obligación, etc.

Pero sin duda, la peor forma de decir adiós es hacerlo sin sentirlo. Saber que algo termino sin así quererlo.
Que el adiós lo digamos indirectamente por que nos han abandonado.

Comenzar a echar de menos, tener esa inmediata sensación de resarcirse del hecho, regañándonos a cada momento de no haber podido hacer lo suficiente como para no llegar a ese desenlace.

Decimos adiós porque nos sentimos acorralados.
Porque no hay otra salida, y al hacerlo de esta manera atentamos contra nuestros corazones con demasiada vehemencia.

Cuando la otra persona es quien necesita ese adiós, es cuando debemos actuar por amor.
Cuando miren a esa persona, y en sus ojos vean el dolor... esos momentos en que una mirada dice más que todo el diccionario, será el comienzo de la encrucijada.
Cuando les llegue ese momento, les daré la bienvenida a mi mundo, el de emprender y aceptar el adiós por mero amor.

No sirve de nada jactarse de valientes, es simple orgullo. La verdadera valentía es enfrentar la cruel verdad, que nunca aceptamos el adiós.
Que muchas veces retenemos por el simple pavor de perder a ese ser. Pero debemos aprender a decir adiós. Tengamos pericia.
Obstruir ese adiós es atentar contra nuestras almas hasta el momento en que el dolor haga implosión en nosotros.
No digamos adiós por simple pragmática. Digamos adiós por amor.

Es inevitable anhelar. Siempre vamos a extrañar por que han dejado huellas imborrables en nuestros corazones. Pero ya no sirve de nada pedir clemencia.
Con el tiempo, quizá, nos olvidemos lo eterna que se hace la vida sin su voz.
Seguir empecinados con la certeza de que no hay nada por hacer, es extrañar de la peor manera, estando cerca sabiendo que jamás los volveremos a tener.
Es difícil ser oportunos, pero hay que saber cuando decir adiós.

No existen finales felices ni finales tristes, de cualquier manera siempre nos llevaremos de regalo secuelas imperecederas de ese adiós.
No sirve de nada el sarcasmo. ¿Para qué? ¿Por qué doblegar el dolor? El orgullo es vano, solo exacerba al corazón.

Busquemos, forcemos ese otro adiós.
Ese que, contrariamente, es hermoso.
Ese que cuando llega nos devuelve a la vida.
El de despedirse del dolor para siempre.

Que bello es ese adiós. Ese momento en el cual nos desprendemos de a poco del pasado.
Donde encontramos todo lo que necesitamos.
Donde le decimos adiós al dolor.
Pero mientras tanto sigamos creciendo, amemos, seamos altruistas.
Si ni tu mismo puedes cuidarte, ¿quién lo hará por ti?
Una vida nueva hoy comienza. Otra vida se nos muere.
Busquemos el sentido nuevamente a vivir.

Un corazón benévolo, una sonrisa resignada.
Una lagrima que cae, estéril, que aun ruega y busca ser vista.
Un camino que concluye, dos caminos que se inician.
Un adiós incoherente, un dolor infinito.
Dos almas rotas fruto de un adiós fingido.
Un final atropellado producto de un amor desbaratado que implora misericordia.
Un corazón inequívoco, y otro aun vacilante.

Un corazón ciego que grita, un alma muda que aun llora, un adiós sordo que lo dice todo.
Nuestras vidas se bifurcan. Me nace un camino eterno.
Ojala encuentre algún atajo para lograr hallarte del otro lado del camino.

7 comentarios:

  1. Con el tiempo, quizá, nos olvidemos lo eterna que se hace la vida sin su voz....
    Ojala el tiempo se ocupe de todo Walter.
    Un beso grande

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  2. Cuesta asimilar que ya se perdio todo, y decir un adios con todo nuestro ser, cuesta renunciar a la persona que vivio tantos años con nosotros, cuesta tanto olvidar ese gran vacio que hay no solo en el hogar sino en nosotros...
    Pero un dia llegas a la conclusion que asi tampoco puedes seguir y te armas de valor para decir adiossssssss y asi comienza de nuevo una nueva etapa de tu vida.
    Primavera

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  3. Cuesta decir adiós y mucho..
    Y más cuando sientes que ese adios esta cerca..
    En verdad me he quedado sin palabras, al leerte.
    Es todo pura verdad, todo conocimiento..
    besos de brujilla

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  4. perder jamas ahi que rendirse siempre se sale a flote de todo se sale siempre hay un hueco escondido tras el habitaculo de una puerta besitos gaviota ahhh la melodia sublime.

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  5. Siempre son dolorosos los adioses si no es por decisión propia,Walter.Pero hemos de enfrentarnos a cada una de las pruebas que nos impone el destino.
    Me gustó mucho tu manera de plasmar lo que sientes.
    Te sigo.
    Besos.

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  6. La verdadera valentía es enfrentar la cruel verdad, que nunca aceptamos el adiós.

    Esa frase me mató...porque me pasa y se que olvidar es muy muy difícil.

    Todo tu texto ha dejado en mí la huella de todos los recuerdos que aún no he podido borrar.

    Hermoso blog.

    El tema que elegiste, es mi preferido.

    Besos1

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  7. Hay algo que entendí no hace mucho... que es tratar de superar los duelos... los duelos pueden ser de diferentes tipos... al igual que cada adiós en tu vida...
    Por un amor, la perdida de un familiar, el alejamiento de un amigo...
    Pero lo bueno sería aprender a dejar ir a las personas que por una razón u otra se van de nuestro lado...
    Besos acompañados para tu alma!!!

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